James Milner tenía motivos de sobra para bromear este miércoles por la noche. Su equipo, el Liverpool, se había clasificado para la final de la Champions League, once años después, y pese a no partir entre los favoritos al principio del curso. Entre tanta alegría, uno soporta mejor no sólo marcar en propia meta, como hizo él ante la Roma, sino el tremendo balonazo que se llevó en la jugada. “¿Alguien tiene algún consejo para quitarse de la cara el logo de la Champions League?”, preguntó en Twitter a sus más de 265.000 seguidores.

En esa acción, El Shaarawy trataba de controlar la pelota y Lovren, defensa central croata del Liverpool, despejó con fuerza, tanta que el balón golpeó en Milner y salió despedido en la dirección contraria, rumbo a la portería defendida por Karius. Corría el minuto 15 y el tanto supuso el 1-1, ya que el Liverpool se había adelantado seis minutos antes gracias a un gol de Sadio Mané. Al final, los italianos se llevaron el partido (4-2) pero no fue suficiente para remontar el 5-2 del partido de ida en Anfield.

La Roma se benefició al fin de un gol en propia meta después de la mala suerte de la eliminatoria anterior, cuando dos de sus jugadores, Manolas y De Rossi, se marcaron sendos autogoles en la ida de los cuartos de final, contra el FC Barcelona. Aun así, superon la eliminatoria. Esta vez no, pese al gol de Milner.